La más reciente incursión del director argentino Daniel de la Vega en el género de terror y acción, acaba de ver la luz y promete sumergirnos en un viaje sin retorno por las aguas oscuras del Atlántico Sur. Ambientada en 1982, en plena Guerra de Malvinas, la película arranca con una imagen perturbadora: una soldado despierta a bordo de un buque de guerra, rodeada de cadáveres y con la memoria fracturada.
Lo que sigue es una lucha desesperada por la supervivencia, entre incursiones militares, ecos de guerras pasadas y un misterio que habita más allá de la muerte.