Desde el corazón de su burbuja, ella imagina.
Construye un universo íntimo donde todo es posible: la dulzura se mezcla con el deseo, y la espera se vuelve ritual.
Se sueña en la piel de quien anhela.
Se mira, se transforma, se viste de impulso.
Lista para encontrarse —con él, pero también con ella misma.
Una estética etérea, lúdica y empoderada que traduce el amor pop desde una mirada soñadora, poderosa y personal.
Un universo entre lo íntimo y lo performático, donde la emoción toma cuerpo, forma y color.